viernes, 26 de marzo de 2010

El concepto


Desgraciadamente no hay ninguna entrada en el diccionario de la RAE. Es la vox populi quien nos ha legado el maravilloso término MARICULTA.
Dícese de aquel sujeto post-moderno cuyosconocimientos engrandecen su (homo)personalidad, aprovecha cualquier momento para hacer gala de ellos y su pedantería no tiene fin.

Bien podría ser esta una buena definición para no iniciados. Pero, por supuesto, el concepto va más allá. Seguro que las han visto, pero no se han parado a pensar que pueden estar delante de un ejemplar. Veámos algunos ejemplos para su reconocimiento:


a) Vas en el metro, linea 10 dirección Hospital Infanta Sofía. 7,30h. Todo el primer vagón va leyendo cualquier ejemplar de la saga de Stieg Larsson, menos una modernita, delgada, que al fondo lee un maravilloso ejemplar (muy manoseado) de "Viajes con Herodoto", de Kapuscinski. Mariculta fijo.


b) Compras unas entradas para la ópera. Te han costado 8,99 porque las has comprado 10 mnutos antes de la función y la visibilidad es del o%. A tu lado, una osa con un sello de oro, que para aplaudir golpea suavemente su mano contra el palco. Mariculta y maricona.


c) Cañas después del trabajo. De repente alguien saca un tema de la facultad. Nadie se acuerda de nada. Fisicoquímica de primer curso queda muy lejos. La becaria recuerda a todos que el producto de la presión por el volumen ha de ser igual al número de moles, por la constante de los gases ideales, y por la temperatura. De o no las unidades, se ha convertido en una mariculta de manual.


Estas leves directrices, querida lectora, a buen seguro le harán comprender el concepto de vida que queremos mostrar al mundo.


Igual de repudiadas que queridas. Idolatradas y ultrajadas a la vez.

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