sábado, 27 de marzo de 2010

Cultura lésbica dictatorial

Después de varios años de maricultura, he llegado a la convicción de que tenemos un imán. Las maricultas son atraídas, inconsciente e inexorablemente, hacia su destino de pedantería y modernez. Hoy se ha producido uno de esos momentos. Una simple casualidad ha hecho que haya vivido uno de esos mágicos espacios de tiempo donde se mezclan cultura y escaparate.

Sin comerlo ni beberlo, he presenciado una auténtica lección de 'Sexualidad de la mujer en el franquismo" mientras me tomaba un café en una moderna cafetería. Magistral lección, puesto que la bollo principal y más respetada de las que allí se congregaban era profesora titular de una universidad (la universidad más moderna del país... todas las maricultas estudian en ella sus segundas carreras). Total, que me podría haber llevado dos créditos de libre elección por ver unas cuantas imágenes del No-Do (lástima que en Bolonia no hay este tipo de asignaturas).

En segundo lugar hemos presenciado un corto, presentado por una lesbiana de muy mal pelaje. Dramón lésbico de cuernos y celos ambientado en la España rural. Bastante mediocre. Se han insinuado algunos abucheos pero dado que la directora se encontraba en el lugar, han sido rápidamente acallados por la turba. La presentadora de esta segunda parte acabó comiendose a la profe.

C: Sí, alguna vez me he tragado el semen. Alguna vez por equivocación.
E: A mi se me quedan los dientes ásperos después de hacerlo.
C: Mira, mira... 3, 2, 1, ¡la profe se ha comido a la alumna más aventajada!
E: Voy a lanzar una pregunta al aire que generará horas de conversación... ¿Alguna vez os habéis dado cuenta en el trabajo, o cualquier otro lugar, de que llevabáis una corrida?

No hay comentarios:

Publicar un comentario